A veces necesitamos un pequeño (o gran) empujón que sirva de motivo para seguir, eso era exactamente lo que yo necesitaba.
Dos aprobados (uno de ellos inesperado) y una tarde de risas y confidencias con ellos ha sido suficiente para poner una sonrisa en mi cara.
Laura
martes, 9 de junio de 2009
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